El camino hacia la sostenibilidad

20/10/2020 - 1 min

Deporte y sostenibilidad son dos conceptos que deben ir de la mano si se quiere proteger la naturaleza. Son muchas las personas que, a la hora de realizar una actividad física, apuestan por el medio ambiente como escenario; sobre todo aquellas amantes del deporte que quieren practicar escalada, trekking, alpinismo, montañismo o cualquier otra actividad al aire libre. Por ello, en caso de no proteger el entorno de forma adecuada, el espacio natural que permite desarrollar estas prácticas deportivas desaparecerá o se degradará.

La importancia de la sostenibilidad en el deporte

Si queremos apostar por el deporte outdoor debemos concienciarnos de practicarlo con medidas de sostenibilidad, teniendo en cuenta que cada acción individual cuenta. Lo cierto es que si hoy hacemos una señal en la pared de una montaña, es posible que mañana otros hagan lo mismo, pudiendo desencadenar una práctica nociva y llegar a destruir o intervenir el espacio natural que disfrutamos todos. Aún estamos a tiempo y podemos contribuir a mantener el bienestar de los espacios abiertos.
El deporte no puede entenderse si no está unido a la sostenibilidad y la responsabilidad. No se trata de sentirnos reprimidos, se trata de entender que el mundo no es nuestro y que debemos tratarlo como lo que es, un privilegio para disfrutar.

¿Qué tener en cuenta al comprar material deportivo sostenible?

El material que adquiramos para hacer deporte de montaña debe ser resistente, de este modo reduciremos el mercado de materiales de usar y tirar, que producen más desechos y aumentan la contaminación por el volumen de fabricación. Además, cuanto mayor sea la calidad de los materiales, menor será el riesgo de que se rompa y perdamos piezas durante el trayecto, ayudando a disminuir la huella en el entorno.

Tres elementos que tener en cuenta en la montaña

Crampones sostenibles

Es necesario escoger en cada salida los crampones adecuados para proteger nuestra integridad física y también el medio en el que nos vamos a mover, no es nada aconsejable utilizar un modelo de extrema seguridad, como los crampones automáticos que son perfectos para paredes de hielo o glaciares, cuando vamos a hacer deporte en un recorrido sencillo. De ser así, marcaremos la zona de una forma innecesaria cuando es fácil evitarlo. Tenemos que pensar siempre en tomar medidas de seguridad, pero también en las consecuencias de cada uno de nuestros actos.

Las botas de montaña y sus suelas

Las primeras están dirigidas a aquellas actividades que no presentan grandes dificultades. Son semejantes a un calzado normal, aunque presumen de tener mayor agarre y adherencia. Por otro lado, el calzado semirígido es suficientemente flexible para aportar comodidad, pero a su vez permitirá que, por ejemplo, pequeñas piedras afiladas no lleguen a dañarnos la planta del pie. Finalmente, el calzado de suelas duras puede llegar a compararse con unas botas de esquí por su rigidez. Se caracterizan también por tener un peso elevado, aunque son perfectas para rutas muy exigentes.
Cuanto más dura sea la suela, mayor impacto tendrá sobre el recorrido que hagamos. Por ello, siempre debemos escoger el calzado que necesitemos, no cualquiera que tengamos a mano. Tenemos que protegernos de cualquier caída o torcedura, pero también es indispensable cuidar de todo lo que nos rodea.

Bastones

Respecto a los bastones, es recomendable que sean antideslizantes, para que las huellas sean mínimas a cada paso. Es más, también es importante que sean ligeros, con el fin de que tengan el menor impacto sobre el suelo. Por otra parte, en el momento de comprar unos bastones también podemos fijarnos en que la base en la que se apoyan sea de materiales naturales. El objetivo es que el rastro que pueda llegar a crearse a lo largo del camino sea el menor posible.

Con estas medidas lograremos disfrutar del deporte en entornos naturales más limpios y agradables, además de garantizar su conservación.

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