En los últimos 15 años, el mundo de las zapatillas de trail ha desarrollado un avance enorme. Este deporte ha pasado de no tener casi zapatillas específicas para la montaña y donde las pocas que existían eran modelos basados en sus primas del asfalto, a poder encontrar grandes secciones en las tiendas, e incluso tiendas solo dedicadas al trail running.
Así, la gran demanda de este deporte ha dado pie a la aparición de nuevas marcas, conceptos, carreras, tecnologías… Todas ellas movidas por las necesidades de los corredores, que han llevado el correr a todo tipo de terrenos y a cualquier estación del año.
Esto ha creado un abanico de posibilidades y de opciones a la hora de elegir nuestras nuevas zapatillas. Pero a veces, si a esta amplia oferta le sumamos una batería de terminología, que muchas veces proviene del inglés, se nos crea una nebulosa de incertidumbre y desasosiego, que nos lleva a mirar a nuestras viejas zapatillas, diciendo, “ todavía les quedan algunos kilómetros”.
Pero aunque queramos caer en esa tentación debemos ser fuertes y hacer caso a las señales que nos indican que ya toca un cambio. Nuestro rendimiento y salud dependen de que trabajen al cien por cien. Y no te preocupes por las palabras raras que ya nos encargamos nosotros.
La importancia de una buena zapatilla de trail
Podemos ser muy pesados con ello. Pero no nos cansaremos de recordarlo. Tus zapatillas son el elemento que te propulsa, te amortigua y te estabiliza. Y si no están en perfectas condiciones es más probable que tengamos algún problema, que si es de tiempo, solo afectará a nuestro ego, pero si es alguna lesión, no solo nos puede afectar a la temporada, si no que nos puede desarrollar alguna patología. Solo hay que estar un poco atentos y llevar un control de uso.
Como cada corredor es un mundo y cada modelo es otro, las grandes marcas se esfuerzan en crear eventos donde probar sus nuevos productos y explicar muy bien cuales son las prestaciones. Las tiendas tienen a profesionales bien formados que conocen ampliamente el producto. Pero cada vez recibimos más información y más palabras que en muchas ocasiones nos llevan a confusión. No te preocupes, hoy te las aclararemos.
Drop
Esta es una de las palabras que ya se ha instalado en nuestro cerebro. Están presentes en todas las reviews, revistas y videos. Pero, ¿en qué afecta tener un drop alto o bajo?
El drop de las zapatillas de trail, que es la diferencia de altura entre el centro del talón y el centro de la zona del metatarso, nos indica el tipo de uso. Pero como todo, siempre tendremos excepciones.
Los drop altos vienen heredados de los zapatos y dentro del mundo del outdoor, de las botas de montaña, donde hay un talón muy marcado, creado para frenar en la bajadas y evitar los resbalones. Así se asegura que el pie está en contacto con el suelo en todo momento. Además, el drop también afecta en subida, ya que nos ayudará a trabajar menos la musculatura de las piernas, al igual que lo hacen las alzas de un esquís o unas raquetas.
Pero al llevar el talón más alto que la punta del pie todo será más inestable, por ello, muchas zapatillas con drop altos tienen estabilizadores. Además la velocidad de la transición de la pisada será algo más lentay perderemos sensibilidad del terreno. Y cuando queremos ir a velocidades altas donde dependemos de la técnica, hará que la musculatura no trabaje de forma tan óptima.
Aquí cabe diferenciar, porque se suele confundir, entre drop de las zapatillas de trail y perfil. Siendo el perfil la altura general de la media suela. Lo que va a dar lugar a encontremos zapatillas de perfil alto y drop bajo.
Rocker
Si te gustan los deportes de nieve quizás puedes pasar al siguiente apartado. Porque efectivamente, el rocker en las zapatillas ha sido heredado del esquí, y hace relación a la altura que hay entre el suelo con el borde exterior del talón y entre el suelo y el borde exterior de la punta.
Esta tecnología ha sido la solución de muchas marcas, para poder hacer zapatillas con medias suelas altas (con mucha amortiguación) y que a la vez tuvieran una transición de pisada más rápida, aprovechando la inercia del “efecto balancín”. Además de aligerar la zapatilla y ahorrar esfuerzo a la musculatura a la hora de despegar.
Pero, al igual que el drop, el rocker alto nos genera más inestabilidad a la hora de las bajadas y las subidas . Es más difícil tener toda la suela rocker en contacto con el suelo, ya que tendemos a apoyarnos sobre los talones mientras bajamos, así que en las bajadas hay que tenerlo en cuenta. Y en las subidas tendremos menos tracción sobre la punta, lo que nos obligará a trabajar mucho con los gemelos levantados, además de no tener tanta sensibilidad en terreno técnico.
Así, una zapatilla con poco rocker necesitará más de nuestra musculatura y técnica pero ganaremos en reactividad, estabilidad y sensibilidad. Mientras que con una zapatilla de rocker alto, ganaremos en transición de la pisada.
Flare
Este es uno de los últimos términos en llegar al trail y hace mención a la cantidad de media suela que sobresale respecto de la perpendicular del upper.
Esta solución se creó, al igual que el rocker, para las zapatillas de perfil alto. Buscando evitar la inestabilidad cuando se corre a unos cuantos centímetros del suelo, eliminando estabilizadores rígidos y evitando muchas torceduras.
Pero un flare elevado también aumenta el peso. Además, nos reduce la sensación del terreno, porque donde nuestro pie aterriza no es exactamente sobre donde lo hace nuestra suela. Pero, para rizar aún más el rizo, también nos ayuda a protegernos de los impactos de rocas y raíces.
En definitiva, el flare, nos dará una forma muy fácil de diferenciar las zapatillas de perfil alto. Así que dentro de este tipo, si existe poco flare es que están indicadas para terrenos sencillos y si tienen mucho flare serán más idóneas para terrenos moderados.
Triple equilibrio
Como seguro que ya te has percatado, los tres tienen sus pros y sus contras, incluso si alguna de ellas está en exceso puede ser hasta contraproducente. Pero bien combinados, abren un abanico de posibilidades para todo tipo de corredores, distancias, terrenos y formas de correr. Atrás han quedado los tiempos en que eras tu el que te tenías que adaptar a la zapatilla y a lo establecido.
Así que solo tienes que tener en cuenta cuales son tus objetivos, tu nivel y fisionomía. Y aunque la búsqueda pueda parecer ardua, no te preocupes, pues la mayoría de marcas y tiendas especializadas saben aconsejarte y ofrecerte el modelo que mejor se adapte para tu carrera.
Ahora que ya controlas estos tres “palabros”, el flare, el rocker y el drop de las zapatillas de trail, podrás acelerar tu búsqueda y poder aguantar la conversación del amigo loco del material de tu grupeta de entrenos.