¿Alquilar o Comprar tu material de montaña?
Cada vez somos muchas las personas a las que nos gusta ir a la montaña, y disfrutar de muchas actividades; ya sea esquiar, hacer vías ferratas, escalada en hielo o acampada. Nos encanta salir al monte, pero muchas veces tenemos que dejar pasar oportunidades para probar un deporte nuevo, hacer una vía que requiere más material o hacer un viaje importante, porque necesitamos todo un conjunto de material que no tenemos y que, no podemos, o no queremos comprar.
Entonces qué podemos hacer, ¿compramos?, ¿alquilamos? Comprar y alquilar no son actividades excluyentes y se pueden compaginar en función de tus necesidades y gustos. Por ejemplo, si eres una persona que te gusta estrenar cosas nuevas por el placer de probar cosas diferentes, alquilar puede ser una opción para tener esa sensación sin hacer un gran desembolso. O, si eres un comprador meticuloso, alquilar el producto, te ayudará a probarlo y salir de dudas antes de comprar.
¿Porqué alquilar el material de montaña?
Desde hace décadas alquilar se reducía a pedir material prestado a un amigo o familiar, o alquilando en una tienda o un club. Pero al final esto siempre supone un desplazamiento a la tienda los días previos y posteriores, o hacer una inversión extra en cervezas para invitar a tu buen amigo, además que normalmente el material era antiguo y en malas condiciones.
Pero con la llegada del mundo digital, estas barreras se rompen, haciendo posible probar material de calidad, con los mínimos trámites y en cualquier momento del día. Agrupando desde esquís y tiendas de acampada, hasta chaquetas y pantalones de esquí o sacos de dormir. Y convirtiéndose en una nueva forma de afrontar el futuro de nuestras montañas y de nuestra economía.
Ahorra dinero y tiempo en tu material de montaña
Para realizar alguna actividad de montaña con seguridad necesitamos mucho material, ya que además del propio equipo de seguridad, como pueden ser un piolet de alpinismo o una cuerda de escalada, tenemos que contar con la ropa necesaria para abrigarnos o dormir en la montaña. Si al final, sumamos todo lo necesario, vemos que debemos gastar mucho dinero, tanto en el precio, como en el tiempo invertido para comparar y comprar.
Mientras, con el alquiler puedes probar esa actividad un par o tres de veces y pagar justo por el uso. Además, puedes probar diferentes productos y si ya estás convencido de ello, podrás comprarlo sin miedo más tarde. Y si encima, puedes agrupar todo desde internet y que te llegue a casa, pues evitas ir de tienda en tienda.
Ahorra espacio y mantenimiento en tu material
Un problema que tenemos a los que nos chifla la montaña y el deporte, es que acumulamos muchas cosas que abultan por casa y que a lo mejor usamos 4 o 5 veces al año; como puede ser las tiendas de acampada, el material de esquí, las raquetas, o toda la ropa de abrigo, como chaquetas de plumas, forros, etc. Y es que ese material, además de ocupar un espacio, también tiene un mantenimiento; hay que encerar los esquís, afilar los piolets, lavar la ropa técnica como manda el fabricante. Por ello, alquilar también es un ahorro de tiempo que puede ser empleado para ir mucho más a la montaña, en sentarte a ver tu serie favorita, o salir con tus amigos. A ello además, puede sumarle el tiempo, y conocimiento, que debemos tener en cuenta para hacer reparaciones o el mantenimiento obligatorio para que todo esté a punto para la siguiente aventura.
Reduce el impacto de tus actividades y ayuda a reducir el cambio climático
Uno de los mayores beneficios del alquiler es lo que aporta en la lucha contra el cambio climático y la reducción de las emisiones. Ya que combate el consumo compulsivo, optimizando la vida útil del material, reduciendo los residuos y fomentando una economía colaborativa. Además, evita la sobreproducción de los materiales, reduciendo las emisiones, tanto de su fabricación, como en el transporte, almacenamiento y venta. Todo ello se traslada a reducir el impacto de nuestras acciones en la naturaleza y montañas que nos motivan, como en el lugar donde vivimos. Es un pequeño gesto, pero que suma frente a esa problemática.
Ya ves que el alquiler se ha reinventado para ofrecer una mejor experiencia de ir a la montaña, convirtiéndose en una manera de probar productos y actividades nuevos antes de comprar, y asegurándote que llevas siempre el material adecuado, mientras controlas mejor tu presupuesto y echas una mano al planeta.