Como apasionado del deporte en la naturaleza, sabemos que cuando visitas la montaña es inevitable que sientas una liberación que con pocas cosas sentirás. Además, un buen deportista de deportes outdoor encuentra en los espacios naturales un reto en el que dar lo mejor de sí mismos.
Los deportes outdoor pueden hacerte mejorar y superarte pero no todos entienden que la naturaleza debe ser cuidada. Aunque nosotros solo la visitemos de vez en cuando, en ella viven millones de seres vivos que merecen el mismo respeto que buscamos nosotros en nuestro hogar. Pero, en multitud de ocasiones, no nos damos cuenta de que aquello que pisamos o de que esa planta que arrancamos forma parte de la biodiversidad y el paisaje, y que actuando de esta forma estamos dañando el entorno que visitamos.
Malas prácticas y medidas para llevar a cabo un comportamiento sostenible
Para evitar dañar el entorno natural, podemos evitar realizar algunas acciones que generan un impacto negativo:
* Caminar por zonas no habilitadas.
* Tirar basura, tanto orgánica como inorgánica.
* Lavar material en aguas naturales o fuentes.
* Acampar en lugares no establecidos.
* Hacer mucho ruido.
* Practicar deporte en zonas protegidas.
* Arrancar flores u otras plantas.
* Utilizar material en zonas delicadas.
A veces pensamos que para proteger el planeta debemos hacer grandes sacrificios. Nada más lejos de la realidad. Pequeños gestos serán suficientes para cuidar del entorno natural. De esta forma, tenemos la oportunidad de realizar acciones muy sencillas que pueden transformar el mundo:
* Ser responsable con nuestras rutinas en la naturaleza.
* Comprar material resistente y duradero, fabricado con procesos y materiales sostenibles.
* No dejar ningún tipo de desperdicio perdido en la naturaleza, procurando que su estado al abandonarlo sea el mismo que nos encontramos.
Si queremos disfrutar de la nieve, de los ríos o la montaña de la forma más auténtica posible, tenemos que evitar que las aguas se contaminen, que el medio ambiente se convierta en un vertedero y no dejar huellas cada vez que practiquemos deportes al aire libre. Lo esencial es intentar disminuir al máximo nuestro impacto sobre el entorno natural.
Ser responsables con nuestras rutinas en la naturaleza
Es muy sencillo ser responsables con las rutinas que desarrollamos en la naturaleza. Además de no dejar residuos ni contaminar el espacio en el que realicemos la práctica deportiva, también es importante no salirse de los caminos señalizados siempre que sea posible. Si ignoramos los senderos marcados, además de que podemos perdernos, también podemos molestar o tener una influencia negativa sobre la flora y fauna protegida.
Cuando practiquemos deporte en grupo, es importante comunicarse y coordinarse, en especial en prácticas como la escalada, pero también debemos tratar de evitar hacer ruido innecesarios (o procurar hacer el mínimo posible), ya que podemos asustar a los animales que se encuentran alrededor, incluso cuando no los veamos.
Por supuesto, arrancar plantas u otras hierbas que encontremos en el camino puede influir y cambiar el paisaje, rompiendo el equilibrio del ecosistema en la zona. Debemos recordar que forman parte del paisaje y que pueden ser alimento de animales. Nosotros solo estamos allí de paso.
Pasar la noche en la montaña
Cabe destacar que la naturaleza no nos pertenece a título individual, por lo que hay que cuidarla para que se mantenga, al menos, tal y como la encontramos. Así, si queremos pasar la noche al aire libre, la tienda de campaña debe montarse en sitios establecidos. Además, no puede permanecer muchos días en el mismo lugar para que el impacto sea menor. Si puedes evitar hacer fuego, mucho mejor. Ahora, si es irremediable, hazlo en las zonas habilitadas. Un descuido puede suponer la muerte de cientos, incluso miles, de árboles y de animales. En definitiva, una auténtica catástrofe.
Asimismo, debemos recordar y ser conscientes de que el ruido debe ser mínimo. Tenemos que recordar que otros habitantes, al igual que nosotros, también intentan descansar, miles de especies que se encuentran en su medio.
Escalada y otros deportes
Estas normas que deben seguir aquellos que hacen trekking o montañismo, deben cumplirlas también aquellos que practiquen escalada, alpinismo y otros deportes outdoor. Ahora, no todos tienen el mismo impacto sobre los elementos naturales, por lo que a parte de unas normas mínimas generales, existen otras más concretas.
Por ejemplo, se está demostrando el daño que provoca la escalada en las plantas que crecen en los acantilados. Así, es importante evitar ciertas zonas donde la vegetación es especialmente sensible a estas prácticas y no masificar los espacios deportivos al aire libre. Como añadido, no debe realizarse en aquellos lugares donde anidan aves migratorias.
Exactamente sucede lo mismo con el alpinismo, en el que se utilizan ganchos, cuerdas o tornillos, entre otros materiales, para escalar ciertas montañas. Visualicemos el impacto de muchos realizando una misma actividad. Seremos más conscientes del problema y podremos evitar hacer daño innecesario al entorno.