Microplástico, el enemigo perfecto
Antes de hablar de los microplásticos debemos conocer su origen. Cuenta la historia que el primer plástico tuvo sus inicios en Estados Unidos, en 1860, cuando se ofreció un gran premio para quien pudiera sustituir el marfil para fabricar bolas de billar. Pero no fué hasta la la década de 1930 el plástico entra de lleno en la industria, creciendo hasta el día de hoy para convertirse en uno de los sectores económicos más potentes y que en Europa supuso un volumen superior a los 360.000 millones de euros en el 2018 (fuente:www.plasticseurope.com). Así se ha implantado en todos los rincones del planeta y en todos los elementos que conocemos, desde móviles, elementos de cocina, coches, herramientas, ordenadores… Definitivamente la vida actual ha sido creada junto al desarrollo del plástico.
Todo parecía idílico, si obviamos los evidentes problemas de emisiones, vertidos y transporte en su fabricación, porque no olvidemos que es un derivado del petróleo. Su fabricación generaba un producto muy estable, inocuo, versátil y barato. Perfecto para basar una economía de consumo masivo.
Pero en los años 90, la basura generada por el plástico superaba a la del resto de residuos en una familia media. Al aumento de su consumo se añadían sus grandes propiedades para resistir la degradación y así la naturaleza se llenó de plásticos y obligó a cambiar la política de los vertederos. Hubo grandes campañas donde el foco era recogerlos, eliminando el impacto visual. Comenzaba el reciclaje masivo. Pero esto sólo era la punta del iceberg.
El aumento de microplásticos en el mar
Desde que el plástico se implantó de manera masiva ya se había reportado su impacto sobre los animales, con los ejemplos de animales que se atragantan al comer basuras o los plásticos que flotan en el mar. Pero no fue hasta la última década donde se ha descubierto el gran problema que se estaba gestando e instalando en todos los ecosistemas: los microplásticos.
El plástico que parecía tan inerte, no lo era tanto, solo necesitaba muchos años para ir descomponiéndose hasta llegar a escalas muy pequeñas, tan pequeñas que consiguen pasar al interior de los animales, donde se siguen descomponiendo liberando elementos que en muchos casos son nocivos y reaccionan con los órganos y tejidos. Obturación de sistemas renales y circulatorios, asfixia, infertilidad, problemas hormonales, son solo algunos problemas que aparecen en los animales vertebrados, entre los que nos incluimos nosotros. Pues al comer otros animales podemos encontrar también microplásticos en la comida. Además esta escala llega a ser tan pequeña que organismos como el zooplancton está incorporándolo a su alimentación. Incluso las plantas lo incorporan en sus tejidos.
Si a este gran alcance y dispersión añadimos la falta de control, fabricación, uso inadecuado del plástico y crecimiento rápido del consumo, nos encontramos con uno de los grandes retos de nuestra generación, donde la mayoría de ecosistemas han estado absorbiendo estos materiales desde los últimos 100 años, incorporándose a la cadena alimentaria y expandiéndose en todos los niveles.
Qué podemos hacer para luchar contra los microplásticos
Revertir este ciclo es muy difícil y necesitará el tiempo y esfuerzo de todos para volver a niveles normales. Pero podemos aportar nuestro grano para frenar la fuente de los plásticos y empezar a frenar su acumulación. Para ello podemos empezar con
Infórmate y colaboraAunque creas que estás solo en esta guerra. Hay muchas asociaciones y plataformas donde podrás encontrar información adicional y colaborar en sus diferentes campañas.
Evitar los envases de un solo uso y en envoltorios unitariosEsta es una de las claves en el camino hacia la sostenibilidad. Comprar a granel, agrupar tus pedidos, buscar otros envases con menor impacto como vidrio o cartón, son algunas de las ideas. No lleva mucho más tiempo a la hora de comprar.
Evitar el consumo de las bolsas de un solo usoParece increíble la cantidad de bolsas que podemos consumir. Recicla algunas y que sean las que usas en todas tus compras. Y un truco es llevar siempre una cuando salgas a la calle.
Reutilizar los envasesEs muy difícil evitar todos los envases de plástico, pero si compras alguno lo puedes reutilizar en casa. Siempre para conservar materiales secos, evitando el uso con líquidos calientes o usarlos en el microondas. De esta forma descenderá el número de microplásticos.
Utilizar materiales resistentes a la descomposición térmicaSi realmente tienes que comprar un envase de plástico, buscaremos aquellos que son muy resistentes, de material reciclado y de materiales tipo BPA Free que nos aseguran que no habrá descomposición del plástico.
Reducir el consumoEn todos los procesos productivos, aunque no los veamos directamente, el uso adecuado del plástico es necesario. Así que alguna solución antes de comprar cualquier producto siempre será de ayuda.
Minimizar el número de lavadoras de nuestras prendas sintéticasAunque no lo creamos, muchas de nuestras prendas de montaña, están fabricadas en plástico y nuestras lavadoras son unas grandes generadoras de microplásticos. La combinación agua, detergente (aunque sea especial outdoor) y el centrifugado crean pequeños filamentos que pasan por todos los filtros y acaban. Esta degradación no es solo un problema en casa. También puede darse si estamos en la montaña, con la alta incidencia UV, el agua y la nieve. Usar un cepillo blando para el caso del barro o lavar a mano en agua fría puede ser una solución. Con ello además alargamos la vida útil de nuestras prendas favoritas y ahorraremos muchos litros de agua.
Consumir responsablementeCuando realmente necesitemos un nuevo material para la montaña. Es importante informarse de los procesos de fabricación y tratamientos. Podemos encontrar materiales a base de botellas PET recicladas, tratamientos anti pilling, que evitan la degradación de las fibras, tratamientos hidrófobos ecológicos, colas eco y biodegradables, tratamientos anti odor y antibacterianos.
Hay muchas marcas que han adquirido estos procesos y materiales para ofrecer productos que intentan minimizar este impacto, si nos fijamos bien en las etiquetas y en los catálogos, podremos encontrar la que mejor se adapta a nosotros y cumple con nuestras expectativas ambientales.
Picture, un ejemplo de lucha contra los microplásticosUna de las marcas que han desarrollado toda su colección en base a la preocupación por el impacto de la fabricación y su uso de sus prendas es Picture.
Desde el primer momento, allá por 2008, Picture ha incorporado materiales sintéticos reciclados, además de apostar por las fibras naturales de cultivos orgánicos y un cuidado de los derechos laborales en toda su cadena de producción. Este fuerte compromiso durante más de 12 años ha llevado a la marca francesa a ser uno de los referentes en la eco-responsabilidad en el mercado.
Ejemplo de ello es que han sido uno de los precursores del reciclaje de botella de agua para la creación de chaquetas, incluyendo las membranas impermeables y transpirables. Pasando por el reciclado de tejidos de poliéster para crear desde bañadores, forros y chaquetas, incluso trajes de neopreno para surf. Hasta llegar a la actualidad, donde han seguido innovando para crear el primer casco de esquí a base del reciclado de restos de maíz, sin rastro de microplásticos. Y el programa de recogida y reciclaje de prendas de la propia marca para crear productos diferentes.